Porfirio
Díaz, militar y político mexicano, presidente de la República (1876-1880 y
1884-1911), cuyo ejercicio del poder ha dado nombre a un periodo de la historia
de México conocido como
Porfiriato.
En
1876 protagonizó una prolongada serie de acciones militares y derrocó al
presidente Sebastián Lerdo de Tejada, asumiendo la presidencia de la República.
Según la Constitución mexicana, Díaz no podía permanecer en la presidencia
durante dos mandatos consecutivos por lo que tuvo que renunciar en 1880 aunque
continuó en el gobierno. Fue reelegido
en 1884 y consiguió la aprobación de una enmienda a la Constitución que
permitía la sucesión de mandatos presidenciales, permaneciendo en el poder
hasta 1911.
Gran crecimiento económico y poco desarrollo social |
Su
régimen estuvo marcado por logros importantes, pero también por un gobierno
severo. Durante el mandato de Díaz, la economía de México se estabilizó y el
país experimentó un desarrollo económico sin precedentes: se invirtió capital
extranjero (sobre todo estadounidense) en la explotación de los recursos
mineros del país; la industria minera, la textil y otras experimentaron una
gran expansión; se construyeron vías férreas y líneas telegráficas; y el
comercio exterior aumentó aproximadamente en un 300%.
Díaz y los científicos (asesores y parte de su gabienete
Por otra parte, los inversores extranjeros agotaron gran parte de la
riqueza del país, casi todos los antiguos terrenos comunales (ejidos) de los
indígenas pasaron a manos de un pequeño grupo de terratenientes, y se extendió
la pobreza y el analfabetismo. Las manifestaciones del descontento social
fueron reprimidas por Díaz con mano de hierro, hasta que se produjo la
Revolución de 1911, encabezada por Francisco Ignacio Madero. Díaz fue obligado
a dimitir y a abandonar el país. Murió en el exilio, en París.
Mini documental sobre la dictadura
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